Primera aproximación

Desde la última crisis financiera se han producido enormes cambios en la regulación financiera, tanto a nivel de captación de fondos como de préstamos o créditos. Todo ello con el objetivo de que exista una mayor transparencia, control y en definitiva, una mayor protección del cliente final de estos servicios.

Entre estos cambios, cabe destacar la entrada en el sistema financiero de nuevos competidores que han aprovechado todo el proceso de restructuración del sector financiero y las posibilidades que otorgan las nuevas tecnologías. La entrada de la tecnología financiera (fintech) y el cierre de cada vez más sucursales bancaria han producido que el consumidor final se acostumbre a utilizar la “banca virtual” y, por tanto, proyectos más pequeños basados en tecnología, están teniendo un menor coste de penetración en el mercado.

En concreto, la CNMV habla en sus comunicados de estos nuevos competidores refiriéndose a las “otras fuerzas competitivas”. Estas nuevas fuerzas suelen tener su modelo de negocio basado en intermediación crediticia. Por tanto, estos proyectos no se someten completamente a la difícil y extensa regulación bancaria para entidades de crédito.

En definitiva, estamos ante verdaderos métodos alternativos de financiación empresarial, generalmente conocidos como Shadow Banking y/o Fintech.

Shadow Banking

A lo largo de la historia del sector financiero siempre han existido sistemas de financiación alternativos a la banca tradicional, pero siempre ha tenido un carácter residual. Pero como indicábamos anteriormente, desde la última crisis financiera, ha aumentado exponencialmente estos nuevos competidores.

El Shadow Banking ha sido definido por el Financial Stability Boardcomo “el sistema de intermediación crediticia conformado por entidades y actividades que están fuera del sistema bancario regular”.

Estos sistemas de intermediación crediticia están muy asociados a operaciones en el mercado de valores en relación con altos niveles de riegos. Su modelo de negocio se basa en la transformación de vencimiento y reestructuraciones de deuda, financiando operaciones a más largo plazo y con mayor rentabilidad.

En el lado del Shadow Banking podemos encontrar diferentes vehículos como pueden ser los Business Angels (personas físicas o jurídicas que invierten directamente en proyectos), las Sociedades de Capital Riesgo, los fondos de inversión, las Plataformas de Financiación Participativa (también incluidas en Fintech), las Sociedades Cotizadas Anónimas de Inversión en el Mercado Inmobiliario. Todos estos vehículos realizan actividades de financiación empresarial o de proyectos.

Fintech

Como indicábamos anteriormente, otro sistema para entrar a competir con las entidades tradicionales se basa en la tecnología y en la normalidad de operar por canales virtuales. Existen infinidad de proyectos financieros basados en tecnología, como pueden ser las plataformas de financiación participativa, entidades de pago o créditos entre otras.

De forma general podemos entender el término fintech como el uso de soluciones tecnológicas para la prestación de servicios financieros a distancia o virtuales. Se encuentran recogidos dentro de esta definición los sistemas de crowdfundingcrowleading, los asistentes autómaticos en materia de asesoramiento financiero (bot-advisor), las nuevas tecnologías DLT (base de las cripto-activos), la automatización de la ejecutividad de los contratos de seguros o contratos en materia regulatoria (Segurtech o regutech).

Uno de los sistemas que queremos destacar dentro de los sistemas de financiación alternativa, son las conocidas como ICO o STO, que utilizan tecnología blockchain para la emisión de cripto-activos para financiar proyectos. Estos sistemas se basan en la emisión, normalmente en el mercado primario, de un utilitysecuritytoken. Token que tiene asociado un contrato financiero, permitiendo esta tecnología una fácil y transparente transmisión de dicho contrato, ya sea peer-to-peero a través de un exchange.

Los proyectos Fintech suelen situarse dentro del flujo de servicio que prestan las entidades de crédito tradicionales y desarrollan una tarea concreta. Por ejemplo PayPal no abarca todo el flujo financiero, sino que se centra en la parte de pagos y cobros por internet. En definitiva, estos proyectos identifican un elemento no resuelto por la banca tradicional, y lo implementan con la ayuda de la tecnología para encontrar un hueco en el mercado.

Del mismo modo existen soluciones solo para el control de las nuestras posiciones o cuentas bancarias. Estas aplicaciones permiten conectarse vía APIs a diferentes proveedores de banca y puedes aglutinar y controlar todas tus posiciones o cuentas desde un solo entorno gráfico.

Conclusión

En definitiva, tanto el Shadow Banking como las nuevas soluciones Fintech son los nuevos métodos alternativos de financiación, ya sea basado en modelos de negocio diferentes o en la aplicación de la tecnología. Esto nuevos métodos permiten que las empresas no solo tengan las entidades de crédito para financiar sus proyectos, mejorando el sector la competitividad del sector.