El martes 15  de octubre  asistimos a la reunión plenaria del Legal Management Forum 2024, presentado la periodista Gloria Sierra.

A lo largo de mi carrera son muchos ya los eventos similares a los que he tenido ocasión de asistir, y debo destacar este por su interés, y en especial, por su agilidad y frescura. No es fácil pasar cinco horas hablando exclusivamente de cosas de abogados y darte cuenta de que la mañana ha pasado rápidamente. De hecho, de haber durado más, lo habrías disfrutado con interés. No se hizo largo, ni pesado. Casi, se hizo corto. Así que lo primero, enhorabuena a la organización.

Comenzamos la mañana hablando de la inteligencia artificial aplicada a la abogacía, sus controles y posibilidades, con una ponencia del Dr. Robert Mahari, del MIT y Harvard School. Su charla dio paso a un debate sobre el efecto, revolucionario o evolutivo, que la IA puede deparar en el sector legal. No sé si será una revolución, pero sin duda transformará nuestra manera de trabajar, convirtiéndose en una herramienta esencial, que tendremos que aprender a usar de forma adecuada y segura.

Cambiamos de tema con un interesante video sobre las demandas de los abogados in house a las firmas: implicación, alineamiento, respuesta. Estoy seguro de que ninguno de los asistentes tenía ni una sola duda al respecto, pero siempre es buen refrescar qué es lo que se espera de nosotros.

La segunda conversación me permitió descubrir que cada vez hay menos estudiantes de Derecho y que estos ya no quieren ser socios de un despacho. La profesión es muy exigente y las nuevas generaciones en su mayoría plantean objetivos vitales diferentes a los que nos movieron a nosotros. No es ni bueno ni malo, sino diferente. Se debatió si era necesario volver al fomento de los valores que mueven el éxito en el deporte: entrega y sacrificio  como camino para el éxito; o si los despachos deben cambiar para hacer que las carreras en ellos sean más apetecibles. Lo que es cierto es que esto genera una gran tensión sobre el talento y su retención. 

Tras un largo café que aprovechamos para saludar a viejos colegas, la Fundación Abracadabra nos trajo nueva ilusión con los juegos y trucos del mago Jorge Blass, para abrir debate sobre los partnership. Con tres modelos diferentes representados en la mesa bajo la moderación de Lidia Zommer, se conversó sobre la necesidad de la jubilación del socio senior en un momento vital de plena capacidad, como elemento imprescindible para posibilitar el acceso a la sociatura de los jóvenes cuya carrera se encuentra en el punto óptimo de maduración. Un esquema de fidelización que requiere del crecimiento inorgánico de las firmas, como demuestra el proceso de concentración que muestra el mercado. Un crecimiento orgánico, se dice, no es capaz de generar los puestos de socios necesarios para satisfacer al talento emergente. 

Esquemas de puntos por años de servicio o por capacidad comercial, más o menos adaptados a las situaciones de cada firma, pero nada nuevo bajo el sol. Resulta realmente difícil encajar todas las necesidades en un único marco; pero lo cierto es que las necesidades de dar cabida al talento mandan.

Eduardo Cardona Alonso, socio en act legal-Spain.