Vivimos en la era de la inmediatez, donde la información fluye a gran velocidad. Sin embargo, cuando esta inmediatez afecta a la justicia, la línea entre el derecho a la información y el sensacionalismo se vuelve peligrosamente difusa.
Las recientes filtraciones de grabaciones judiciales en casos mediáticos han convertido los juzgados en escenarios de un espectáculo público que vulnera principios esenciales del Estado de Derecho. La presunción de inocencia, el derecho a un proceso justo y la integridad de las investigaciones están en juego.
¿Quién filtra estas grabaciones y con qué finalidad?
¿Qué consecuencias tiene para los implicados y para la credibilidad del sistema judicial?
¿Es posible garantizar la transparencia sin caer en el morbo mediático?
Nuestra socia Rocío Gil Robles, experta en Penal Económico y Compliance, aborda estas cuestiones en su último artículo en Cinco Días, donde analiza los riesgos de esta tendencia y las medidas necesarias para proteger la justicia de la espectacularización.
Lee el artículo completo en Cinco Días.