El ejercicio 2023 se planteaba difícil para aquellos que buscaban levantar fondos en áreas de hacer crecer o potenciar su negocio y, lo cierto, es que no nos hemos equivocado.
Con el año prácticamente concluido, el balance es agridulce. El mercado ha “avanzado” a un ritmo inferior al esperado. Los inversores que se suelen reservar un porcentaje de su liquidez para capital privado está reinvirtiendo en sus participadas, en proyectos de emprendedores que ya han triunfado o aguantado sus mandatos en búsquedas de proyectos y equipos lo suficientemente atractivos. También se está experimentando cierta desaceleración en los procesos de desinversión de algunos fondos, al mismo tiempo que el números de empresas en concurso de acreedores está incrementando respecto a ejercicios anteriores. Todo ello provoca que las startups o los inversores vean un poco más lejos la exit o la salida de la Bolsa.
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Un artículo de Pablo Martínez, asociado de ALEDRA Legal.
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