Por si a estas alturas todavía queda alguien que no conoce qué es Binance, se trata de la mayor casa de cambio de criptomonedas del mundo por volumen de negociación diario.
La empresa se fundó en China en 2017 por Changpeng Zhao, conocido en el ecosistema por sus iniciales “CZ”, quien ha sido hasta ahora su CEO y opera a nivel global en más de 18 países, cuenta con miles de trabajadores y más de 150 millones de clientes.
Binance ha estado sometida a lo que podemos calificar como un auténtico asedio regulatorio en EE.UU., especialmente desde la caída en noviembre de 2022 de FTX. A lo largo de 2023, la empresa se ha visto involucrada en sendas investigaciones por distintas agencias reguladoras estadounidenses: el Departamento de Justicia, la Comisión de Valores (Securities Exchange Comission, por sus siglas la SEC) y la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos de EE.UU (Commodity Futures Trading Commission, por sus siglas la CFTC).
A finales de noviembre se hizo público que la Binance, CZ, el Departamento de Justicia y la CFTC habían alcanzado un acuerdo histórico por el cual Binance abonaría la suma de 4.300 millones de dólares y CZ se declararía culpable tanto de las acusaciones relacionadas con los problemas de cumplimiento normativo como de saltarse las regulación relacionada con las sanciones y por violación de secreto bancario, lo que le llevaría a dimitir como CEO de la empresa.
A pesar de la fianza de 175 millones de dólares, el juzgado ha prohibido a CZ volver a Emiratos Árabes Unidos -país de su residencia familiar-, obligándole a seguir en EE.UU. hasta que haga pública la sentencia por entender que existe un elevado riesgo de fuga al no tener vínculos ni intereses en EE.UU., por no existir tratado de extradición con dicho país y porque la situación le permitiría vivir el resto de su vida plácidamente de sus ahorros sustrayéndose a la acción de la justicia.
La mayoría de medios hablan de una posible condena a prisión de 12 a 18 meses en una prisión de mínima seguridad por haberse declarado culpable de incumplimiento de la normativa sobre prevención de blanqueo de capitales, aunque el máximo podría llegar a los 10 años.
La primera demanda iniciada por las agencias gubernamentales de EE.UU. la inició la CFTC el 27 de marzo de 2023. En ella alegó manipulación de mercado y confusión de fondos en Binance y su filial de EE.UU. (Binance.US) en una cuenta controlada por Merit Peak Limited, una empresa supuestamente vinculada a CZ.
En mayo fue el Departamento de Justicia de EE.UU. el que inició acciones legales contra Binance por saltarse supuestamente las sanciones impuestas a Rusia al aplicar una política laxa de prevención de blanqueo de capitales.
Luego fue la SEC la que presentó cargos alegando que Binance no se había registrado como una bolsa de valores y plantear dudas sobre la naturaleza jurídica de algunos de los productos ofertados al mercado, como las monedas estables BNB, Binance USD (BUSD), el programa de staking y el producto simple earn BNB vault. Además, el regulador consideraba que algunos de los activos digitales comercializados en la casa de cambios como Solana, Cardano, Polygon, Cosmos, Decentraland y otros serían instrumentos financieros.
En ese sentido, la empresa ha indicado hace varias semanas que dejarán de dar soporte a Binance USD instando a todos los usuarios a cambiarlas por otros criptoactivos hasta finales de año o, de no hacerlo, a preparase para una conversión automática en First Digital USD (FDUSD).
En noviembre también se presentó otra demanda en el juzgado del distrito de Florida en la que se recogía que Cristiano Ronaldo se coordinó con Binance para promover la oferta y comercialización de instrumentos financieros no registrados y se anunciaba una colección de NFTs en sus redes sociales con un alcance global de más de 850 millones de seguidores.
Richard Teng, el nuevo CEO de Binance que fue anteriormente director de mercados regionales explicó que los agujeros de cumplimiento normativo estaban resueltos, que cualquier fallo se debió al crecimiento explosivo de la empresa en pocos años y que siempre se garantizó la seguridad e integridad de los fondos de los clientes.
A pesar de que queden todavía varias incógnitas por resolver como la investigación abierta de la SEC y la sentencia por dictar contra CZ, la realidad es que la noticia del acuerdo se ha recibido con una actitud positiva por parte del ecosistema: no hubo pánico, no se produjeron retiradas masivas de fondos, todo sique estable y se enfoca el futuro con miras optimistas al próximo ciclo alcista de las criptomonedas que ya ha dado comienzo.
Un artículo de Rafael del Castillo, of counsel de ALEDRA Legal