Son muchos los proyectos que se han presentado al Sandbox regulatorio y que han sido inadmitidos o, incluso tras una preadmisión inicial, no han llegado a llevarse a cabo por no poder firmar adecuadamente el protocolo de pruebas o no haber demostrado cumplir con las garantías y requisitos necesarios.

Algunos de los casos de inadmisión previa o de inadmisión posterior han podido suceder por no haber tenido en cuenta una serie de elementos.

Si bien la Secretaría General del Tesoro ya facilita en su sitio web una ‘Guía de presentación de solicitudes’ al Sandbox regulatorio –de gran utilidad-, es recomendable tener en cuenta los siguientes aspectos a la hora de preparar una solicitud:

Preguntar al supervisor (autoridad de control) sobre el encaje del proyecto en el Sandbox desde el primer momento

Llevar a cabo una consulta previa a la autoridad de control correspondiente (Comisión Nacional del Mercado de Valores, Banco de España, Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones) es importante, ya que, de un lado, se puede obtener un primer feedback sobre si el proyecto es, a priori, válido para el Sandbox y, en tal caso, es lógico pensar que el equipo encargado de validar la solicitud revisará con mayor claridad un proyecto ya conocido.

Este acercamiento se puede llevar a cabo formalmente a través de alguno de los mecanismos indicados en la url del Tesoro referida al Sandbox:

  • El Portal Fintech de CNMV;
  • El formulario de consultas sobre innovación financiera de Banco de España.

Es esencial explicar con gran detalle el proyecto que se pretende presentar al Sandbox y, también recomendable, solicitar una reunión informal para tratar el asunto en cuestión. Es aconsejable que este acercamiento se lleve a cabo junto a un equipo legal.

Pruebas no reales mejor que pruebas reales

El Sandbox permite realizar pruebas reales (con participantes / usuarios reales) y no reales. Si bien habrá casos en los cuales las pruebas no reales carecerían de sentido (por ejemplo un sistema digitalizado de AML con cotejo periódico de bases de datos de terceros), en muchos otros casos sería igual de válido y efectivo proponer un sistema de pruebas no reales.

En caso de hacer pruebas no reales en el Sandbox, el promotor estaría exento de ofrecer un sistema profundo de garantías de los participantes, así como de cumplir con la normativa de protección de datos. Ello agilizaría la elaboración de la documentación a presentar y las pruebas estarían centradas en el funcionamiento práctico del proyecto presentado.

Presentar únicamente pruebas a realizar relacionadas con aspectos muy innovadores o controvertidos

Es entendible presuponer que al Sandbox deben presentarse proyectos “de principio a fin” y que el promotor incluya en el Sandbox todos los servicios que pretende prestar su empresa a medio plazo. No obstante, es recomendable acotar el proyecto presentado a los módulos o partes del proyecto que (i) sean realmente innovadores, (ii) presenten serias dudas regulatorias o, en general (iii) estén directamente relacionados con los requisitos de acceso del art. 5:

  • Facilita el cumplimiento normativo mediante la mejora u homogeneización de procesos u otros instrumentos;
  • Supone un beneficio para los usuarios de servicios financieros en términos de reducción de los costes, de mejora de la calidad o de las condiciones de acceso y disponibilidad de la prestación de servicios financieros, o de aumento de la protección a la clientela;
  • Aumenta la eficiencia de entidades o mercados; o,
  • Proporciona mecanismos para la mejora de la regulación o el mejor ejercicio de la supervisión financiera.

Por tanto, hemos de distinguir el proyecto presentado de las pruebas a realizar. La descripción del proyecto íntegro, incluso mencionando servicios accesorios o adicionales que se pretenden prestar, sí debe llevarse a cabo, pero las pruebas que se proponen pueden acotarse a los aspectos realmente innovadores o controvertidos del proyecto.

Conclusiones

En definitiva, es aconsejable contactar previamente con los supervisores para determinar el encaje del proyecto en cuestión en el Sandbox y no hacer más trabajo del necesario.

Un artículo de Javier Pascual, socio de ALEDRA Legal