Código ético

En ALEDRA apostamos por un modelo de gestión comprometido con el equilibrio entre la excelencia profesional y la calidad de vida de todo el equipo, fomentando un sentimiento de pertenencia y de comunidad. Queremos que #EquipoAledra tenga un sentido, un leitmotiv que nos mueva en cada día.

Uno de nuestros grandes pilares es la convivencia de diversas generaciones como fuente de enriquecimiento por sus capacidades y enfoques diversos que permiten ofrecer soluciones decisivas para los problemas que se nos presentan cada día.

En ALEDRA somos más que conscientes de la riqueza que cada persona aporta gracias a su forma particular de entender la realidad, fruto de sus experiencias personales y no profesionales. No creemos y no nos gustan las etiquetas.

Son las diferencias entre las personas las que generan grandes ideas y oportunidades para que todos puedan desplegar su máximo potencial. Por este motivo, el talento no tiene género, edad ni una forma predeterminada de entender la vida y no queremos que haya distinción entre los miembros del equipo por este motivo.

Es necesario eliminar los prejuicios que puedan existir respecto a la condición social, cultural o educativa que no respondan a modelos tradicionalmente de referencia o habituales, la diversidad nos enriquece, nos gusta y la fomentamos.

Para ello, hemos decidido adoptar algunas medidas. En primer lugar, garantizamos que los procesos de selección y contratación se basan sobre criterios de mérito y capacidad y alentamos que sea cada equipo quien pueda seleccionar a las personas con las que va a compartir muchas horas de su día. No queremos imponer criterios.

En segundo, tenemos clases de inglés y chino para que el idioma no sea nunca una barrera para el desarrollo profesional.

Queremos transmitiros que nuestro deseo es ser el sitio en el que crear un nuevo mapa mental con otros ámbitos de conocimiento y experiencias y ser partícipes de algo excepcional y nuevo.

El liderazgo tradicional se basaba en una jerarquía muy marcada con una dirección lineal, fundada, en la mayoría de los casos, en el razonamiento analítico, competencia entre compañeros y en la minimización del aspecto emocional en las relaciones, sin tener en cuenta al individuo y al grupo considerado como un solo equipo.

Estas organizaciones han estado orientadas, principalmente, a la optimización de sus procesos internos, con culturas donde imperaba más el control que la responsabilidad propia de cada individuo.

En ALEDRA queremos ser distintos. Creemos en la escucha activa de las necesidades del equipo; en la definición de expectativas y responsabilidades, así como la recompensa por la buena consecución de objetivos. Queremos convencer, motivar y e inspirar a nuestro equipo y a nuestros clientes.

Vivimos en un modelo social incierto y complejo con nuevas formas de trabajo que han revelado la importancia del talento y la escasez de recursos. Por ello, es nuestra vocación ser un despacho social y emocionalmente responsable con nuestro equipo y con todas nuestras partes interesadas.

Queremos liderar la transformación cultural en la gestión de las personas y ser el referente en el que se miren muchas otras firmas. Para ello, contamos queremos que todos los miembros del #EquipoAledra compartan nuestra visión y que este nuevo liderazgo se impregne en todos los niveles de la organización: continuidad y esfuerzo.

Cuando se concentran las fuerzas en una dirección determinada, los resultados son extraordinarios.

ALEDRA es un ecosistema colaborativo, creativo y libre. Pensar diferente, cuestionarse el statu quo y reevaluar el pensamiento establecido, es esencial para resolver problemas, tomar decisiones y ser creativos ante retos jurídicos y vitales.

En ALEDRA las ideas siempre van a ser escuchadas, valoradas e implementadas si suponen una mejora en nuestra visión y misión.

No puede existir talento ni liderazgo sin vida personal. En algún momento todos hemos normalizado estar constantemente ocupados. Durante mucho tiempo se han creado atmósferas laborales en la que se premiaba el presentismo, limitando la vida personal de los equipos, obligando a colocar el trabajo en el epicentro de sus vidas.

La realidad es muy distinta. Consideramos que, para realizar un buen trabajo, es imprescindible contar con un espacio personal y vital alejado del trabajo. La desconexión es necesaria para todos los aspectos de la vida. Por este motivo, hemos implementado políticas que fomentar este aspecto tan importante:

• Desconexión digital.
• Trabajo en remoto.
• Vacaciones por encima de convenio.
• Horario flexible.

Este equilibrio, también debe nacer de nosotros mismos y nos gusta recordaros algunos principios que nos ayudarán en aquellos momentos en los que la tensión propia de la profesión nos lleve a situaciones más exigentes de lo normal.

Trátate con cariño. Es fundamental que te trates con la misma amabilidad, cuidado y preocupación que le mostrarías a un buen amigo. A veces se nos olvida que somos seres humanos y, por ello, imperfectos. Tenemos que aprender de nuestros errores y no juzgarnos, ni juzgar a nuestros compañeros por ello. De cada uno de ellos salen los mejores aprendizajes y se disfrutan más las victorias que serán muchas, no lo dudes.

Presta atención a tus emociones. Ser consciente de tu estado emocional y como te hace sentir una determinada situación es esencial para determinar los cambios que quieres hacer en tu trabajo y en tu vida. No te dejes llevar por el día a día.

No te preocupes por lo que no puedes controlar. No debes dedicarle tiempo y preocupaciones a situaciones que solo viven dentro de tú cabeza, evita pensar en qué podría ocurrir y en sus repercusiones, el llamado overthinking afecta a tu rendimiento y es sencillamente, agotador, además de infructuoso.

Uno de los grandes rasgos que nos hace diferentes es el foco en el interés general y en interés particular del cliente. No es solo excelencia, que también. Es conocer el sector, sus necesidades y la búsqueda de la innovación constante para mejorar nuestros servicios, y que estos puedan ser aprovechados más allá del caso concreto.

Con este objetivo, en ALEDRA queremos que nuestra prestación de servicios sea flexible y empática, es decir, ajustándonos a su realidad y generar confianza. La excelencia jurídica tiene que ir acompañada de las necesidades reales de las personas y en un lenguaje que comprendan.

Este principio, a su vez, tiene su reflejo en aspectos concretos de nuestro trabajo:

• Compromiso con la sociedad: Participamos en iniciativas de pro-bono enfocadas en la creación de valor en la sociedad. Queremos inspirar y hacer mejor
• Educación y sensibilización: Queremos generar espacios de encuentro para el intercambio y el aprendizaje, no solo legal si no en diferentes ámbitos que impacten positivamente en la sociedad. Para ello, hemos creado el #AulaAledra, un lugar en el que compartir conocimiento con el equipo y con toda la sociedad.
• Crecimiento Compartido: En Aledra, creemos firmemente en la magia del conocimiento compartido. Nos comprometemos a que cada uno de nosotros, con espíritu colaborativo, aporte su experiencia y sabiduría para el beneficio de todo el equipo.
• Empoderamiento de las Nuevas Generaciones: Nos aseguramos de que las nuevas generaciones en Aledra tengan todas las herramientas y oportunidades necesarias para florecer personal y profesionalmente. Reconocemos y recompensamos el mérito y la capacidad, asegurando un desarrollo profesional justo y equitativo.

En ALEDRA creemos en los grandes principios éticos que han permitido alcanzar el mayor periodo de prosperidad en nuestra historia. La integridad y la rectitud son piedras angulares de nuestra filosofía.

Por este motivo, nuestro equipo desempeña sus cometidos con estricto cumplimiento de la legalidad y evita realizar cualquier conducta que, aun respetándola, pudiera considerarse reprochable o cuestionable desde una perspectiva ética o de respeto a las normas deontológicas propias de la profesión de la abogacía.

Estos grandes principios, se traducen en pautas de conducta muy concretas, entre otras:

Secreto profesional: En ALEDRA, entendemos que mantener la confidencialidad no solo es un derecho, sino también un deber crucial. Esto se aplica a toda información que conozcamos en el ejercicio de nuestras funciones. Ya sea que se trate de casos en los que trabajemos directamente o de aquellos en los que intervengamos

Regalos y atenciones: nuestro equipo no podrá aceptar, en ningún caso, aceptar regalos o invitaciones en el desarrollo de su actividad, salvo respondan a signos de cortesía o a atenciones comerciales usuales, o se trate de invitaciones que tengan la consideración de ordinarias o habituales conforme a los usos sociales dentro, siempre, de unos límites sensatos y con una finalidad que encaje dentro de nuestros principios y valores.

El #EquipoAledra, no podrá ofrecer, ni solicitar o aceptar, ventajas o beneficios no justificados que tengan por objeto obtener un beneficio para ALEDRA. Los actos de soborno, expresamente prohibidos, incluyen el ofrecimiento o promesa, directa o indirecta, de cualquier tipo de ventaja impropia, cualquier instrumento para su encubrimiento, así como el tráfico de influencias.